En el país y el mundo, los logros de la
Selección Nacional de Fútbol de Costa Rica en el Mundial Brasil 2014 han
generado diversas reacciones que tienen en común el asombro y la incredulidad…
Una nación cuyo fútbol ocupaba, de acuerdo con el ranking de la Fédération Internationale de Football
Association (FIFA), el lugar 53
en marzo pasado, se ubicaba en abril de este año en el puesto 47 (http://es.fifa.com/) y hoy se instaura como la selección con la segunda mejor
actuación de la CONCACAF en una Copa del Mundo (http://www.diez.hn/centroamerica/costaricaca/726343-99/costa-rica-con-segunda-mejor-actuaci%C3%B3n-de-concacaf-en-mundiales).
En contraste, la selección costarricense es la de menor valor de mercado de las
32 selecciones que participaron en el mundial, ya que sus 23 jugadores están
valorados en €20,8 millones, contra cifras como la de la selección de Brasil,
valorada en €508,7 millones y la española, con un valor de €504 millones (http://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/curiosidades-del-mundial-brasil-2900571).
Si hoy se celebra este logro de la selección de Costa Rica y se asombra al mundo con el avance inédito a cuartos de final, pese a una FIFA altamente cuestionada y a un arbitraje no menos dudoso, es porque el país hizo un giro en materia de fútbol hace 24 años, cuando la selección pasó por primera vez en su historia a octavos de final en el Mundial de Fútbol de Italia 1990. A partir de entonces, con avances y retrocesos, momentos mejores y peores, finalmente, se alcanzaron resultados que ya sobrepasaron todas las expectativas y, contra todos los pronósticos, hasta los incrédulos más acérrimos -entre quienes me incluyo- nos hemos visto gratamente sorprendidos con el paso de la selección a cuartos de final y su impecable desempeño general, regresando invicta a casa.
He de admitir que me atreví a escribir este artículo pese a que el fútbol no me apasiona, conozco poco de ese deporte y no soy seguidora de equipos nacionales o extranjeros, porque considero que estamos presenciando un punto de inflexión en un ámbito de interés público y nacional, que tiene mucho para enseñarnos a otros niveles como país. Ante el despliegue mediático que recibe el Mundial de Fútbol y el desempeño de la Selección Nacional, la reflexión en relación con toda la información que se genera es obligada, máxime cuando eventos “extraños” ocurren, como es el caso que nos ocupa.
De acuerdo con especialistas que han dado cobertura a este evento en los medios masivos de comunicación nacionales, hay algunos aspectos que es importante rescatar para entender los logros de la Selección en el Mundial de Fútbol de Brasil 2014:
- Lo que está ocurriendo en 2014, hunde sus raíces en el Mundial de Fútbol de Italia 1990.
- El logro del Mundial de Fútbol de Italia 1990 abrió posibilidades inéditas a jugadores costarricenses para ser contratados en equipos internacionales de alto nivel. Esta tendencia se mantiene a la fecha y es probable que aumente al finalizar el Mundial Brasil 2014.
- La dirigencia de fútbol ha mejorado, se han profesionalizado quienes toman decisiones y se ha contratado a entrenadores competentes, formados en la materia, con experiencia nacional e internacional.
- Se ha hecho una mayor inversión en la selección nacional de fútbol y se hace énfasis en el fogueo internacional, capitalizando con ello la experiencia adquirida de los jugadores y jugadoras fichadas en equipos de otros países.
- Hay un avance significativo en el nivel técnico y profesional de las personas que tienen a su cargo el entrenamiento físico, táctico y psicológico de los jugadores y jugadoras.
- Ha mejorado en forma sostenida la gestión en la Federación Costarricense de Fútbol (FEDEFUTBOL) y, en consecuencia, se toman mejores decisiones y se usan de manera más eficiente los recursos.
- Se han creado “semilleros” para formar futbolistas, tanto en selecciones femeninas como masculinas, a través del Proyecto Goal de la FIFA, que empezó a funcionar en Costa Rica en octubre de 2001.
Como podrán ver, los logros alcanzados por la Selección Nacional de Fútbol no son arbitrarios, sino que obedecen a la suma de diversos factores que son claves en el éxito de empresas de esa naturaleza. En vista de ello, nuestro asombro y alegría tienen que hacer justicia y poner en la ecuación del éxito todos los factores que entran en ella, sin desmerecer el nivel de compromiso, entrega y ética de los jugadores, el entrenador Jorge Luis Pinto, y el cuerpo técnico.
A propósito de lo que escribí en este blog
en julio de 2010, en ocasión del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, donde hice una
comparación entre la visión e inversión que se da en el fútbol y la educación,
(http://hagamoslojuntos.cientec.or.cr/2010/07/lecciones-que-aprender-en-educacion-del.html?showComment=1300202348299#c9142076117177309445),
creo conveniente volver a señalar elementos claves para que nuestro sistema de
educación pública de un salto cualitativo equivalente al que tuvo nuestra
selección de futbol en Brasil 2014:
- Mayor inversión y mejor uso de los recursos disponibles para la educación pública.
- Despolitización y profesionalización de la administración superior y media del Ministerio de Educación Pública (MEP).
- Supresión de la corrupción en todos los niveles del sector.
- Claridad política y en la toma de decisiones del MEP, producto de una visión de largo plazo y de la planificación estratégica en el sector.
- Profesionalización de la docencia y la administración de la educación.
- Sistemas de evaluación y mejora continuada del personal docente y administrativo.
- Articulación de la educación pública, para que se convierta en un auténtico sistema, donde cada nivel educativo se encadena de manera adecuada, efectiva y eficiente con el siguiente.
Sólo
esfuerzos coordinados y acciones responsables y consistentes con la eficiencia
y la excelencia de todos los sectores que influyen de una forma u otra en la
entrega de los servicios educativos públicos permitirá superar la crisis de más
de veinte años en el sector. Es probable que si lo hacemos bien a partir de
ahora, con el paso del tiempo y metas claras, en un par de décadas el país
tendrá para celebrar logros en educación como los de la Selección Nacional.
Ojalá que el patriotismo que inspiró en la ciudadanía y el gobierno llegar a
los cuartos de final en 2014 nos alcance para “ponernos la camiseta de la
Educación Pública” a partir de ahora y que en el 2034 nos tomemos el tiempo
para festejar un acontecimiento de magnitudes épicas, que nos pondrá en las
primeras páginas de todos los periódicos del mundo como “revelación” en
ciencia, tecnología, arte y literatura; pero, sobre todo, en civismo, paz, responsabilidad
social y ambiental, tolerancia, respeto a los derechos humanos, solidaridad,
transparencia en la gestión pública y vida en democracia. ¿Qué les parece?
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