viernes, 31 de diciembre de 2010

Innovar en educación desde la perspectiva de Manuel Castells

En ocasión del IV Congreso Internacional de Administración de la Educación que organizó la Escuela de Administración Educativa de la Universidad de Costa Rica, estuvo como conferencista de apertura el Dr. Manuel Castells. Como es usual, la relevancia de su pensamiento y su amplio bagaje como investigador fueron una invitación a reflexionar sobre diversos temas, en particular, sobre la innovación en el campo de la educación en el contexto de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Al respecto, revisó los supuestos sobre los cuales se ofrece la educación, a fin de esclarecer qué significa realmente “innovar” en educación en la actualidad.Uno de los aspectos que quisiera comentar fue la tesis del Dr. Castells que pese a que la educación es considerada un bien supremo y un tema prioritario en la agenda política global, el reconocimiento público de ella es limitado. Esto se evidencia, entre otras cosas, en los bajos presupuestos estatales para educación ‒en particular en los países más pobres del mundo‒ y en la figura del profesorado que se desdibuja en una trama ideológica de desprestigio y olvido. 

Quisiera agregar que es habitual que se responsabilice a ese colectivo de la baja calidad de la enseñanza y del pobre desempeño del estudiantado en áreas básicas como lecto-escritura, expresión oral y operaciones lógico-matemáticas simples, obviando con ello la complejidad del fenómeno educativo y la vulnerabilidad de la formación y el ejercicio de la profesión docente en nuestros días.Ante la paradoja entre una visión de la educación como “clave para el progreso” y el abandono financiero y administrativo generalizado, Castells opina que prevalecen desacuerdos sobre la práctica educativa y se hace un uso demagógico y “politiquero” de ella. A esto se debe sumar el atraso en términos de I+D en el campo, que impide que se genere nuevo conocimiento para innovar la práctica pedagógica y la administración de la educación. La consecuencia inevitable de esos vacíos es que se ensayen viejas fórmulas para mejorarla, que continúan fallando en todas las latitudes.

Al respecto, el Dr. Castells mencionó un caso extraordinario y digno de atención sobre las aplicaciones de la teoría del aprendizaje de Piaget en Suiza, que han fracasado en términos de la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Parte de la explicación de esto es que han imperado la improvisación y la “moda”, y que no existe una auténtica revisión científica de las teorías del aprendizaje como tales, ni de sus implicaciones pedagógicas y tecnológicas, organizativas y administrativas. El cambio en educación es uno de los desafíos científicos más importantes de nuestro tiempo; no obstante, hasta ahora no hay un sistema de construcción de conocimiento científico articulado local, regional y mundialmente que facilite la innovación y, en consecuencia, las transformaciones que tanto nos urgen…Entre las funciones históricas insustituibles de la Educación, Castells mencionó las siguientes:

a. La socialización secundaria, entendida como las pautas de comportamiento para vivir en sociedad que implica, a su vez, la formación de la personalidad.
b. La transmisión de valores y la legitimación social; es decir, los criterios para evaluar la práctica social.
c. La formación de la fuerza laboral, que presupone el aprendizaje de las habilidades básicas para el trabajo.
d. La selección y segregación social, porque la educación es el principal sistema de estratificación social, a partir del cual se reproducen las diferencias de clase, pero articulado con la lógica de la meritocracia. Los sistemas educativos crean mecanismos de selección social diversa, donde se reproduce la desigualdad, bajo la sombra de la corrección de la universalidad. Esto se manifiesta, especialmente, en la diferenciación entre la enseñanza privada y pública, en particular en América Latina.
e. La función de producir y desarrollar la generación de conocimiento y la capacidad de innovar. Una tarea esencial de la educación es recombinar la información para generar conocimiento e innovación. En ese proceso, paradójicamente, la criticidad es la base de la innovación en sistemas educativos homogéneos y de tendencia universal.


A criterio de Castells, esas funciones se han visto alteradas en la Sociedad Red debido al impacto de dos fenómenos de envergadura mundial que ocurrieron en la década de 1980: la revolución de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y la Globalización. Argumentó que la particularidad de la nueva sociedad es que por primera vez en la historia ésta funciona como una estructura que responde a principios organizativos vinculados a esas tecnologías. Además, las TIC ampliaron el espectro económico hacia una globalidad donde el mercado es mundial y no local, pese a que se articula localmente.Para Castells, los cambios en educación son cruciales y deben empezar por un auténtico compromiso social y estatal, continúa con una nueva lógica organizativa-administrativa que supere la burocracia y culmina con la innovación de lo pedagógico, pues se deben crear organizaciones educativas donde sea posible “aprender a aprender” a lo largo del ciclo de vida. 


El aprendizaje debe ser un “aprendizaje de capacidades” para adquirir nuevos conocimientos, no contenidos como ocurre desde la Edad Media hasta hoy. Las personas deben ser capaces de adaptarse; para ello, es imprescindible desarrollar capacidades cognitivas de alto nivel y no la memoria, pues la información es barata y está disponible en Internet.Castells indicó que en la actualidad más del 80% de la población del planeta está conectada. En consecuencia, la brecha digital tiene que redefinirse en términos de la calidad de la conexión; pero, resuelto este problema, ¿qué ocurre cuando se tiene acceso a Internet? Los datos señalan que la reproducción de la desigualdad educativa se incrementa con el acceso a la Red de Redes, debido a que la capacidad de las personas para utilizar las herramientas digitales presupone niveles educativos medios y altos. En conclusión: Internet ha incrementado la desigualdad social, económica, laboral y cultural, porque profundiza y acentúa las desigualdades educativas. Una cosa es jugar juegos de vídeo por Internet, bajar música y vídeos, y utilizar el correo electrónico o participar en redes sociales; otra, utilizar ese medio como fuente de información para convertirla en conocimiento útil para incrementar la productividad y mejorar la calidad de vida.

En la Sociedad del Conocimiento y la Información la producción de conocimiento es fuente de poder, riqueza y desarrollo de las personas, y está directamente ligada a la capacidad de innovación, que se vincula con la posibilidad de experimentar y cambiar. Castells citó como ejemplo a Japón, ya que su desarrollo económico se dio a partir de la mejora de innovaciones hechas en otros países, lo que provocó una escasa capacidad de innovación propia y una economía basada en la producción barata de innovaciones ajenas. A su parecer, esa sociedad hoy tiene un bloqueo básico, porque la educación se basa en exámenes que están estratificados y determinados geográficamente. En ese país las personas no se forman para innovar y no hay conexión empresa-innovación. El resultado es obvio: si no hay innovación en esta nueva fase de la economía mundial, no hay desarrollo; si no hay desarrollo, la sociedad empieza a empobrecerse y los logros alcanzados se deterioran e, incluso, se revierten.Para el caso específico de la educación, Castells afirmó que la formación continuada de las personas vinculadas a ella es clave y esto quiere decir “formación virtual a distancia”. Que las personas puedan actualizarse es condición para el éxito ahora y en el futuro. Respecto de la Educación, considera que la formación más importante es la del profesorado, incluso más que la del estudiantado, pues su aprovechamiento depende de las capacidades y conocimientos de los primeros, en cuanto son practicantes de la enseñanza y propician el aprendizaje.Este señalamiento es importante, ya que la formación del profesorado y las personas profesionales de la educación se ha basado en “formación puntual” y fragmentada, y esto no es suficiente. La innovación, como comentamos en entregas anteriores, requiere de contextos propicios para que las personas adquieran conocimientos nuevos, sean creativas, y ensayen soluciones innovadoras para resolver viejos y nuevos problemas.

Creo que las principales conclusiones de las tesis comentadas son las siguientes:

1. Se debe abandonar la postura ideológico-política sobre la educación.
2. Es imprescindible aumentar la inversión real en educación.
3. Se debe revisar la formación profesional y en servicio del profesorado y el personal vinculado a la educación, en particular de quienes tienen a cargo su administración.
4. Es impostergable crear sistemas de producción de conocimiento científico en educación, para favorecer la innovación pedagógica y la gestión educativa.
5. Se deben contextualizar los hallazgos científicos relacionados con la enseñanza, el aprendizaje y la administración de la educación.


En los países en desarrollo las universidades juegan un papel esencial en la formación profesional y en la producción y distribución del conocimiento científico; por ello, deben convertirse en "semilleros de innovación". El nuevo papel de las facultades y escuelas de educación es responder a los puntos 3, 4 y 5, citados anteriormente. Sin embargo, el logro de esos esfuerzos sólo será posible con el apoyo estatal y privado para financiar los costos que implican la formación profesional de grado y posgrado, y la investigación de alto nivel. Sin un auténtico compromiso social con la educación que requerimos para enfrentar los desafíos de la Era de la Información es poco lo que pueden hacer individualmente docentes, personal administrativo y las familias. Se requiere un nuevo contrato social donde se garanticen los derechos de las personas a recibir una educación de alta calidad a lo largo de su ciclo de vida.

La calidad de la educación tiene como requisitos la dignificación de la profesión docente y la revaloración científica, económica y social de ella. Al igual que en el área de la salud, nuestras vidas están en manos de las personas profesionales de la educación. Cuando comprendamos la importancia que cobró esta profesión en nuestra Era, las soluciones y el cambio vendrán por añadidura porque solventaremos los requerimientos 1 y 2 del listado anterior. Innovar en educación es un compromiso social y una tarea compartida por diversos sectores y actores sociales: Estado, universidades, sector privado y familias tienen la responsabilidad en sus manos. Asumirla y actuar con prontitud son precondiciones del futuro de nuestra especie sobre la Tierra.

Cerramos el 2010 con el año con más tragedias naturales de las últimas tres décadas. Mientras Europa se congela tras tormentas de nieve sin precedentes, Argentina enfrenta uno de los veranos más calientes de su historia. El 29 de diciembre Buenos Aires estaba a 40 grados Celsius y en Polonia se registraron temperaturas de 30 grados Celsius bajo 0. Es innegable que no estamos haciendo bien las cosas… Sólo una ciudadanía educada es capaz de reflexión y de tomar conciencia de la responsabilidad social que hoy nos compete. Revertir las malas decisiones económicas, políticas y culturales del pasado reciente pasa, inevitablemente, por el acceso a educación de calidad a lo largo de la vida.

Sabemos con certeza que nuestras relaciones con la Naturaleza deben cambiar. También sabemos que deben cambiar los sistemas político-económicos que profundizan e incrementan la desigualdad y la injusticia social. Nuestra visión equivocada de la Naturaleza nos tiene sumidos en un caos climático, cuyas consecuencias comienzan a sentirse a lo largo y ancho del planeta con cientos de miles de vidas perdidas y afectadas, y costos multimillonarios. La economía perversa crece y nos roba lo mejor de nuestros logros civilizatorios, el genocidio y la guerra persisten en muchas regiones, en particular en Asia y África. La amenaza nuclear reapareció en el escenario bélico y los fundamentalismos de diversa factura perviven y se multiplican en todas las latitudes. Nuestra esperanza se encuentra en el sentido común y el aprovechamiento inteligente de los conocimientos científicos logrados hasta ahora. La sabiduría no es más que la combinación de estos ingredientes… sólo ella nos permitirá ver con claridad que en el bien común recae el bien individual y la educación es una de las formas más sencillas y efectivas de poner la sabiduría al alcance de todos.

En espera de que el 2011 sea un mejor año, estoy segura que la conferencia y la entrevista a Castells les resultarán tan interesantes y provechosas como a mí. Fue un privilegio contar con la presencia de una autoridad científica de su nivel y espero que podamos sacar el máximo provecho de sus ideas y hallazgos de investigación. Les deseo felices fiestas en unión de sus seres queridos y aprovecho esta oportunidad para agradecerles sus comentarios, aportes e ideas para reflexionar sobre la educación a lo largo del 2010.


ENTREVISTA DR. CASTELLS

martes, 30 de noviembre de 2010

La creatividad: sello de la condición humana

Las ciencias sociales son disciplinas de reciente creación. La primera ciencia de la sociedad: la Sociología, apareció en 1842, con la obra del francés Augusto Comte Curso de filosofía positiva. El primer laboratorio de Psicología científica fue abierto por el alemán W. Wundt, en Leipzig, en 1879. Marx y Engels desarrollaron el Materialismo Histórico-dialéctico para una teoría de la sociedad entre 1864 y 1875. Sigmund Freud creó el Psicoanálisis y lo desarrolló entre 1886 y 1938.

Los aportes de Wilhelm Dilthey fueron fundamentales para el surgimiento de una epistemología propia de las ciencias sociales. Su obra Ciencias del espíritu es un hito en el desarrollo del pensamiento en este campo. La Antropología del belga Claude Lévi-Strauss fue otro aporte esencial para la comprensión de la cultura humana en las dimensiones social e individual. Precisamente, sobre una de sus tesis centrales voy a tratar en este comentario: la universalidad del espíritu humano, entendida como el bagaje genético y cultural que heredamos de nuestros ancestros al nacer. Ese insumo esencial, primario, cuya principal expresión es el lenguaje, es lo que nos permite pensar, ser nosotros mismos; en consecuencia, conocer y comprender el mundo que vivimos y ser funcionales en él.

Al igual que Piaget, Lévi Strauss propuso que el ser humano es portador de un determinante genético invariable que, en condiciones normales, faculta para resolver los problemas propios de la supervivencia y la reproducción de la vida personal y social. Para Vigotski, ese primer insumo determinado y constituido biológicamente, se reconvierte en el nivel cualitativo gracias al desarrollo sociocultural. A partir de nuestro nacimiento somos acreedores de los máximos logros de la evolución biológica y la cultura que nos correspondió por la herencia de nuestros progenitores.

Esto explicaría por qué, bajo circunstancias y condiciones semejantes, el ser humano ha dado respuestas análogas a los mismos problemas. El ejemplo emblemático de esta realidad es la construcción del lenguaje. Ningún grupo humano o civilización pudo existir sin la invención del lenguaje. Como especie social, la Humanidad tuvo la necesidad de desarrollar una estructura lingüística lo suficientemente amplia y “densa” en significados para comunicarse y pensar el mundo. Sobre esa base se construyen la cultura, la percepción de la realidad y la “conciencia de sí”.

Ante las características básicas de la evolución humana, encontramos que el “sello” de nuestro desarrollo es la creatividad y su correlato: la innovación. Algunas civilizaciones acumulan más innovaciones que otras y eso marca diferencias sustanciales en el desarrollo o “progreso” económico. Para Lévi Strauss, una característica de la civilización occidental es la acumulación de innovaciones que contribuyen al avance económico. No obstante, argumentó que había civilizaciones para las que el progreso material o económico no era una prioridad, ni se entendía en el mismo sentido que en Occidente, como era el caso de algunos pueblos denominados “primitivos”.

Si bien el progreso es una característica de la civilización occidental, la historia evidencia que no ha sido un proceso lineal. Hay suficientes registros de avances espectaculares (Antigüedad Griega, Renacimiento), retrocesos (Oscurantismo) y períodos de relativa estabilidad (Modernidad), donde es posible la acumulación de innovaciones. Esta tesis coincidiría con la de Mihály Csíkszentmihályi, que comentamos en una entrega anterior. Su tesis es que la innovación depende de condiciones socioculturales particulares, donde la “creatividad” es promovida y valorada, y existe una infraestructura capaz de convertirla en “innovación”, que luego es accesible a una mayoría de personas por mecanismos de producción y consumo.

El incuestionable avance de la civilización occidental se ha enseñoreado en el mundo Posmoderno y todas las civilizaciones –unas con mayor fuerza, otras menos– se han integrado a la lógica del “progreso” impresa por Occidente. Incluso culturas ancestrales como Japón, China, Taiwán, India, Malasia, Singapur y Vietnam han incorporado la tesis del progreso occidental y sus economías eclosionaron rápidamente en los últimos 50 años, gracias al esfuerzo por crear e innovar. La Globalización, entendida como la expansión de la visión occidental del progreso, basado en una economía de mercado es evidencia de la apuesta mundial por la idea del avance material de Occidente por medio de la innovación (Maidagán, Iñaqui, Garagalza y Arrizabalaga, 2009).

En una próxima entrega comentaré estas tesis en relación con la educación y en ocasión de la conferencia que dictó el Dr. Manuel Castells en el IV Congreso Internacional de Administración de la Educación (15-18 de noviembre de 2010), organizado por la Escuela de Administración Educativa de la Universidad de Costa Rica (UCR). Espero adjuntar el audio de la conferencia gracias a la colaboración técnica y a la cortesía de Radio Universidad, de la UCR.

Referencias bibliográficas 

Maidagán, María Jesús, Iñaqui, Ceberio, Garagalza, Luis y Arrizabalaga, Gotzon. (2009). Filosofía de la innovación. El papel de la creatividad en un mundo global. Madrid: Plaza y Valdés.

domingo, 31 de octubre de 2010

Creatividad e innovación: relaciones y diferencias

Como comentamos en entregas anteriores, la creatividad ha ganado interés en diversos ámbitos de la sociedad contemporánea, particularmente, en el campo de la educación. En la Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC) la producción de ciencia y tecnología se volvió crucial para dar sostenibilidad a un concepto nuevo de desarrollo económico, basado en la innovación e invención de productos y servicios para ampliar y abrir nuevos mercados. De ahí, la relación que se estableció entre creatividad e innovación, en particular, en el sector productivo. Desde la segunda mitad del siglo XX, las grandes empresas y los diferentes sectores industriales relevantes invierten cantidades importantes de dinero en Investigación y Desarrollo (I+D), pues de ello dependen sus ganancias y posicionamiento en el mercado global.

La palabra innovar, etimológicamente, procede del latín: innovāre, y significa “mudar o alterar algo, introduciendo novedades”. La innovación tiene como objetivo o finalidad generar transformaciones en procesos, cosas, productos, procedimientos, artefactos, mentefactos, servicios, entre otros. Por esta razón, requiere del concurso de sistemas sociales que favorezcan la generación de esas transformaciones, en situaciones concretas; es decir, implica un contexto que ofrezca las condiciones financieras, materiales, organizativas y socioculturales necesarias para la producción de nuevos conocimientos y sus aplicaciones comerciales (Maidagán, Ceberio, Garagalza, Arribazalaga, 2009).

Por sus características, la innovación es costosa; pero, como contraparte, abre posibilidades casi inmediatas de recuperación de la inversión. De hecho, la clave del éxito en la economía contemporánea es C+T+i (Ciencia + Tecnología + innovación). Los países que invierten más en ciencia y tecnología, tienen mayores probabilidades de generar innovación. Las diferencias en inversión en estos rubros tienen consecuencias… Observen los siguientes datos:

[La inversión en C+T+i en] Estados Unidos es el 2,8% del PIB; en Japón el 3%; en la Unión Europea el 2,3%; en China el 2%, en Israel el 4%; en Corea y Singapur el 3%. Incluso, en Latinoamérica, Chile tomó la decisión de pasar del 0,7% al 1%, y Brasil, que en 2006 llegó al 1,2%, invertirá 28.000 millones de dólares hasta el 2010 para alcanzar el 1,5%. (Referencia)


En nuestro país, un estudio del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MICIT) reveló que en 2006 se invirtió 1,26% y en 2007 1,24% del PIB. En ese último año equivalió a 326,87 millones de dólares, que se distribuyeron de la siguiente forma: "El sector académico se destaca como el de mayor inversión en actividades científicas y tecnológicas, con 58,8%; mientras que el área pública representó 22,4%, el sector privado 15,3% y las organizaciones sin fines de lucro 3,4%" (Referencia).

No obstante, según ese mismo informe, para esos años la inversión en I+D fue de 0,39% y 0,32% respectivamente, lo que indicaría que todavía estamos en franca desventaja frente a los países desarrollados. Máxime si se considera el monto del PIB real de ellos frente al nuestro; por ejemplo, el PIB estimado para Estados Unidos en 2007 fue de $13,160,000,000,000 y el de Costa Rica sólo de $21,390,000,000 (Referencia).

Así las cosas... si tomamos en consideración las dos entregas anteriores de este blog, debemos concluir que innovación y creatividad no son lo mismo, pese a que se relacionan. De hecho, la invención está más vinculada a la creatividad como tal, porque depende en mayor medida de la actividad individual que de la infraestructura creada para la innovación (Velasco, 2007).

Es de esperar que quienes hacen grandes inversiones en I+D consideren seriamente a qué tipo de personas contratan para ello. Personas profesionales de alto nivel, con posgrado y reconocidos méritos en investigación son candidatas típicas para puestos de esa naturaleza.

Desde esta perspectiva, a qué nos referimos en educación cuando hablamos de promover la creatividad y la innovación en las aulas... ¿Qué significan "creatividad" e "innovación" en el ámbito educativo? ¿Qué opinan?


Referencias bibliográficas

Maidagán, María, Caberio, Iñaki, Garagalza, Luis y Arrizabalaga, Gotzon. [Eds.]. (2009). Filosofía de la innovación. El papel de la creatividad en un mundo global. Madrid: Plaza y Valdés.

Velasco, Patricia. (2007). Psicología y creatividad: una revisión histórica (Desde los autorretratos de los genios del siglo XIX hasta las teorías implícitas del siglo XX). Caracas: Universidad Central de Venezuela.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Influencia del ambiente en la creatividad

Como mencionamos en el comentario anterior, la creatividad es un tema que recientemente empieza a estudiarse en sus múltiples dimensiones y complejidad. Desde los comienzos de la investigación al respecto, surgió la suposición de que las personas creativas se ven influenciadas por su entorno social y cultural. A esta escuela se le conoce como los “ambientalistas”. Entre sus representantes más importantes destacan dos, fuertemente influenciados por la Teoría Cognitiva: Teresa Amabile, experta en Administración de Negocios de la Universidad de Harvard, creadora del modelo componencial (The social psychology of creativity, 1983) y Mihály Csíkszentmihályi, psicólogo y creador del modelo de sistemas (Creatividad: El fluir de la psicología del descubrimiento y la invención, 1998) (Velasco, 2007).

Los resultados de investigación de Amabile indican que existe una fuerte conexión entre motivación y creatividad, por lo que ambientes culturales y sociales estimulantes favorecen la actividad creadora. Opina que la solución de problemas, independientemente de su naturaleza, requiere de un entorno que reúna las condiciones necesarias para que las personas se comprometan con la búsqueda de soluciones innovadoras y pongan en juego su bagaje y experiencia personal para encontrar una respuesta plausible. Es común que las personas creativas tengan un alto nivel de motivación intrínseca; pero, las limitaciones extrínsecas derivadas del ambiente socio-cultural pueden inhibirla y, en consecuencia, actúan como obstáculos de la actividad creadora. La conclusión es que las características personales y socioculturales convergen para favorecer o dificultar la creatividad y la innovación.

La motivación extrínseca debe ser informativa y facultar a las personas para que desarrollen su pensamiento de manera autónoma y libre, de la mejor forma posible. El control y manipulación de la actuación de las personas ha mostrado ser contraproducente para la creatividad. De ahí la dificultad de armonizar la influencia del entorno socio-cultural con la actividad creadora, tanto individual como grupal, desde el enfoque conductista (Velasco, 2007).

Para Csíkszentmihályi, el problema de fondo de la creatividad subyace en la visión y valoración social que se haga de ella; es decir, sólo es posible cuando convergen personas capaces de ser creativas y entornos socioculturales que reconocen sus actuaciones como tales. Esto indicaría que el aspecto más importante es el medio ambiente, ya que de sus características y condiciones, favorables o no a la actividad creativa, dependerán las oportunidades reales de las personas para ser creativas. Desde esta perspectiva, las características psicológicas y cognitivas individuales pesan mucho menos que el ambiente en la ecuación de la creatividad.

Amabile propone una convergencia entre individuos creativos y entornos favorables a la creatividad. Csíkszentmihályi plantea que sólo cuando los ambientes socioculturales son capaces de propiciar la creatividad, ésta va a darse en personas creativas. La primera tiene un enfoque psicosocial; el segundo, sociológico.

Como verán, ambas posiciones son interesantes porque nos ponen frente a dos niveles críticos de la creatividad: las condiciones particulares de las personas creativas, que se reflejan en características psicológicas, cognitivas y emocionales; así como ciertas condiciones socioculturales o ambientales, que deben darse para que la creatividad prospere. Al margen del peso que tengan estos elementos en la ecuación de la creatividad, lo que parece incuestionable es que ambos “pesan”… De ser así, la familia, la comunidad y, por supuesto, las instituciones educativas ‒en tanto lugares privilegiados de socialización y desarrollo de las personas en los niveles subjetivo, intersubjetivo y cognitivo‒ juegan un papel crucial en la promoción de la creatividad. Pero, igualmente, son importantes los medios de comunicación y los diversos ambientes que las personas experimentan a lo largo de sus vidas, en particular, en el trabajo.

Hoy, sabemos con certeza que entornos socioculturales económica, emocional, intelectual y moralmente pobres tienen un efecto devastador en la psique y la inteligencia humana; por el contrario, personas que nacen y crecen en ambientes con estabilidad familiar, emocional y económica, donde hay espacios para el desarrollo cognitivo y cultural tienen más posibilidades de alcanzar un nivel intelectual elevado y una vida más feliz y plena. La pobreza, sumada al deterioro de las funciones básicas de la familia nuclear y a la pérdida de calidad de la educación a la que acceden niños, niñas y jóvenes, ciertamente, no nos ofrece un panorama satisfactorio para desarrollar el talento y la creatividad.

Si bien el fenómeno es complejo y requiere de soluciones integrales, es incuestionable que el sistema educativo puede contribuir de manera efectiva y eficaz al desarrollo de la creatividad, pero ello implica un desafío sin precedentes en la historia de la Educación como la conocemos desde la Era Moderna: romper con la visión fabril, la estructura organizativa y la cultura burocrática, y superar las funciones de diferenciación-segregación de la enseñanza y el aprendizaje; es decir, superar la educación masiva y masificada.

¿Creen que tal cosa sería posible?; y, de serlo, ¿qué cambios y dónde se necesitarían?, ¿cómo y en qué medida habría que implementarlos…?

Referencias bibliográficas

Velasco, Patricia. (2007). Psicología y creatividad: una revisión histórica. Venezuela: Fondo Editorial de Humanidades.

martes, 31 de agosto de 2010

Creatividad y personas creativas: algunas características

La importancia que se da en la actualidad a la innovación y al desarrollo de ideas y productos nuevos ha aumentado la preocupación por fomentar la creatividad en el sistema educativo. Sabemos que no hay innovación sin creatividad; no obstante, todavía no tenemos suficiente claridad sobre qué son estos fenómenos y cuál es su relación. Por ello, me parece importante hacer algunas acotaciones al respecto, para identificar aspectos que las limitan o favorecen en Educación en general y en el país en particular.

Si se hace un recorrido histórico, encontramos que en la Antigüedad clásica estaba prohibida la creatividad en el arte, porque se creía que el ser humano debía ‘copiar’ la realidad y representar el mundo como lo habían establecido los dioses. De hecho, no existía una palabra en griego para la creatividad. Pese a esta visión, aún hoy quedamos fascinados con las esculturas que se conservan de ese período, caracterizadas por un realismo extraordinario, en el que, sin embargo, nos encontramos cara a cara con la creatividad humana: la expresión de los rostros, las posiciones y gestos de las esculturas, fueran dioses o mortales, son extraordinarios. El rostro de la Venus de Milo, la diosa Atenea y sus múltiples versiones, así como los dioses griegos llenan día tras día el Museo del Louvre y es una experiencia que millones de personas de todo el mundo desean tener, porque su fama no es gratuita. Pese a los logros de los artistas de ese período, la consigna con la que hicieron su trabajo fue ‘copiar’ y no ‘recrear’ o ‘reinventar’ la realidad.

En la Edad Media prevaleció la tesis de que los artistas debían ‘copiar’ la realidad, dejando la creatividad nuevamente prohibida, ya que era una cualidad exclusiva de Dios. Pese a las férreas ideas y prohibiciones a la creatividad, en este período destaca el desarrollo de la perspectiva en pintura, que ofreció obras mucho más ‘realistas’ y bellas en el sentido clásico. Después de prodigios como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, cuyos trabajos en pintura y escultura son considerados obras maestras por su belleza, perfección técnica y el carácter creativo e innovador de sus representaciones, la noción de creatividad fue ganando otros territorios y se atribuyó a artes como la música y la literatura.

En el siglo XIX, se atribuyó esa condición a inventores y científicos, y se amplió a todas las formas de expresión cultural, pero no fue hasta la segunda mitad del siglo XX que la creatividad empezó a ser estudiada por científicos sociales, particularmente del campo de la Psicología, donde destacan los aportes del estadounidense Joy Paul Guilford, con sus obras: Creativity (1950), The structure of intellect (1959) y The nature of human intelligence (1967). Carl Rogers, también investigó el fenómeno y en 1954 escribió un artículo titulado Hacia una Teoría de la Creatividad.

A estos investigadores siguieron otros, y se logró identificar características de la creatividad, donde destacaban las personales, el ambiente, el proceso de creación, el acto y el objeto creativo. En este comentario me voy a referir a algunas de las características personales, porque nos permite llegar al objetivo que nos propusimos inicialmente. En un comentario posterior voy a referirme al ambiente.

Respecto de las personas creativas, se han identificado características comunes: la búsqueda de la auto-realización, la persistencia, la originalidad, la autonomía, así como el pensamiento bisociativo y divergente, entre las más importantes. Sin importar el área de que se trate, la persona creativa se caracteriza por un conocimiento vasto y profundo de su campo de trabajo. Esto rompió con el mito de que la creatividad es una especie de evento que ocurre “mágicamente”; por el contrario, la creatividad es el resultado de la actividad de personas que tienen un amplio conocimiento y dominio avanzado de su campo de interés. No podríamos imaginar a una persona connotada en literatura que no sepa escribir apropiadamente, o alguien que escriba música sin conocer el lenguaje de la música y tocar bien algún instrumento musical. Mozart era un virtuoso de los instrumentos de teclado y del violín; Bach del clavecín, el violín y la viola gamba; Beethoven del órgano, el piano, el violín y el violonchelo.

Edgar Alan Poe fue un estudioso de su arte y escribió un ensayo medular sobre su experiencia y visión del acto creativo en literatura: La filosofía de la composición (1840), donde relata el proceso que le llevó a la composición de una de sus obras poéticas más importantes, El cuervo. Vincent van Gogh hizo cientos de bosquejos mentales y reales de sus obras, y también escribió sobre su acto creativo, en particular en las cartas que remitía a su hermano y protector, Theo. Esto indicaría que algunos creadores razonan y reflexionan sobre su propio proceso creativo, pero otros relatan que lo hacen por medio de ‘revelaciones’ o ‘inspiraciones’ que les han acontecido mientras hacían un acto trivial, como descansar, dormir o leer el periódico. Estas experiencias revelan que el acto creativo ocurre de maneras diversas, que pueden ser conscientes o inconscientes, pero que no sucede en personas que no tienen, como señalamos, un amplio y profundo conocimiento de su campo o área de interés.

La creatividad es posible sólo en personas conocedoras, comprometidas, trabajadoras y estudiosas, capaces de elevarse sobre lo convencional para crear e innovar. Hay que conocer el territorio, para distanciarse de él y apreciarlo desde una perspectiva distinta. Esto nos sucede de manera natural cuando hacemos un largo viaje y nos ausentamos de nuestro entorno familiar por algún tiempo. El nuevo lugar nos sorprende y nos absorbe porque todo es desconocido, pero, paralelamente, lo evaluamos desde nuestras experiencias previas; entonces, recuperamos el entorno familiar y lo ‘miramos’ con nuevos ojos, revalorándolo, reconsiderándolo, reinterpretándolo… Tal vez eso explique el ‘mal de patria’… el caso es que regresamos a nuestro país o ciudad con una perspectiva nueva de lo que antes nos fuera indiferente.

Un sistema educativo como el costarricense, basado en contenidos excesivos y homogéneos, donde se privilegia la habilidad cognitiva de la memoria, es poco probable que favorezca la creatividad en el estudiantado. Nuestras niñas, niños y jóvenes están atrapados en un sistema educativo masivo y masificador, donde la creatividad es sistemáticamente sofocada… ¡Ay de aquéllos que sean creativos, porque van a perder los exámenes y reprobar los cursos! Muchas de nuestras mejores mentes son expulsadas del sistema educativo, porque las limitan y asfixian sus docentes y los contenidos aburridos, excesivos, fragmentados, estereotipados y poco estimulantes. Una inteligencia creativa, se verá asediada en el sistema educativo público que prevalece en nuestro país.

Muchas personas creativas tienen serios problemas de conducta y adaptación dentro de sistemas educativos orientados a desarrollar inteligencias promedio, actitudes promedio y notas promedio… Una conclusión evidente de las características de las personas creativas es que requieren tiempo para profundizar sus conocimientos, así como asesoría y recursos para desarrollar su talento. Obligar a estas personas a adaptarse a un sistema educativo que es indiferente al talento y la creatividad, masivo y masificador, es cruel en el nivel personal y poco rentable para la sociedad.

Promover la creatividad y desarrollar el talento en el sistema educativo público costarricense exige cambios tan profundos y radicales en todos los niveles, que parece imposible, a pesar del discurso oficial al respecto. Para empezar, habría que transformar de manera radical el enfoque del currículum, la formación inicial y en servicio del profesorado, los términos de contratación y evaluación del desempeño del personal docente y directivo, la cantidad de estudiantes por aula, y hacer una gran inversión en recursos y medios para favorecer la enseñanza y el aprendizaje; pero, principalmente, como condición previa tendría que cambiar en forma radical la estructura organizativa y la administración del MEP.


Es evidente que esos cambios demandarían no un 8% del PIB para la educación, sino mucho más, quizá el doble para empezar… Lamentablemente, esa parece ser una meta imposible de cumplir, cuando el país muestra serias deficiencias estructurales en las finanzas públicas y en la ejecución del gasto de los escasos recursos disponibles. De suerte que hay recursos para pagarle $ 50,000 mensuales al entrenador de la Selección Nacional de Fútbol. Nos queda la esperanza.

sábado, 10 de julio de 2010

Lecciones que aprender en educación del fútbol de alto nivel

He de admitir que el fútbol no me apasiona, pese a que he hecho intentos por encontrar el gusto por ese deporte. No obstante, confieso haber salido una vez, hace muchos años, afónica del Estadio Saprissa porque ganó el equipo anfitrión; pero, no era saprissista, ni entendía mucho el juego… En fin, lo interpreté como el efecto de los eventos masivos, donde la euforia de muchos se transmite como un virus frente al cual ningún sistema inmunológico lo logra, como bien advirtió Freud… A pesar de ese evento extraordinario, no “enganché” con el fútbol y sigue siendo para mí un enigma la fascinación que produce y cómo es capaz de detener los delitos y la criminalidad, las enfermedades y, por supuesto, las actividades laborales, con la venia del sector empleador…

A propósito del Mundial de Fútbol que, como siempre, atrapó por 31 días la atención de todos los medios de comunicación a escala planetaria y abrió espacio para conocer la vida y logros de equipos y futbolistas exitosos africanos, norteamericanos, latinoamericanos, europeos y asiáticos. Messi fue uno de ellos, por su entereza y la de su familia ante la adversidad, por su humildad y sencillez que le merecen ser catalogado alrededor del mundo como una persona íntegra y trabajadora, que realmente ama y hace como “el mejor” lo que hace: fútbol. A sus 23 años, aparte de ser multimillonario y una celebridad, la fama ‒como en muchos otros casos, en particular de la farándula‒ no lo echó a perder todavía… Ojalá siga así, por él, su familia y los millones de personas que lo admiran por sus logros en todas las regiones y latitudes.

Debido al inminente Mundial de Fútbol, hace un par de meses una madrugada de insomnio prendí el televisor y pasaban un documental sobre el fútbol de alto nivel y cómo se le administra y visualiza en los países europeos, donde ese deporte representa una industria multimillonaria, que va más allá del entretenimiento. Los jugadores más hábiles y mejor pagados reciben la mayoría de sus ingresos de empresas multinacionales del deporte, que les pagan sumas inimaginables por lucir sus implementos y ropa deportiva… Por fotografiarse con relojes de élite y hacer anuncios manejando automóviles costosos. En este mundial, los cuatro equipos finalistas se llevarán a sus arcas la módica suma de 94 millones de dólares… El campeón se acreditará 30 millones y el subcampeón 24. Uruguay y Alemania 20 millones cada uno…

Lo interesante del documental fue el grado de conocimiento científico aplicado al rendimiento físico de los jugadores, al trabajo psicológico y la gestión del fútbol como empresa. Me sorprendió la cantidad de expertos en diferentes disciplinas que aúnan esfuerzos para que los jugadores y sus equipos alcancen el nivel necesario para ingresar en el grupo de “los mejores” y ganar copas nacionales, regionales y, por supuesto, la gran presea: la Copa Mundial.

Empiezan con la “caza” de jugadores en los niveles nacional e internacional. Hecha la selección de los más talentosos y mejor aspectados, sigue el juego económico donde se subastan al mejor postor… Hecha la compra, los jugadores son puestos en manos de expertos de diversa naturaleza para llevar su talento y capacidades al máximo posible. En adelante, la fama y la gloria les acompañan, mientras sus equipos recaudan taquillas extraordinarias y la industria del fútbol se expande en sus múltiples y diversas empresas y negocios conexos. Los países en vías de desarrollo, como el nuestro, tenemos varios ejemplos de esta “lógica” de la industria del fútbol. Jóvenes promesas son compradas para jugar en el exterior, en particular en Europa, para abrirse oportunidades que nunca habrían tenido en nuestros países.

La nutrición, el entrenamiento y cuidado físico y psicológico, la calidad y niveles profesionales de las personas que tienen a su cargo el desarrollo técnico y el conocimiento de estos futbolistas son envidiables y cuestan millones… No se escatima dinero ni recursos, cuando de un equipo de fútbol de alto rendimiento y nivel se trata.

En nuestro país, contrario a los logros recientes en el campo del fútbol, con la presencia de la Selección costarricense en dos mundiales, desperdiciamos el talento intelectual y tenemos muy pocos cuidados con el desarrollo mental y psicológico de nuestras niñas, niños y jóvenes brillantes. Las mejores mentes de nuestro país se diluyen en un sistema educativo masivo y masificado, para el cual ni siquiera existen…

Todavía no entendemos que la educación es tan buen negocio, incluso mejor, que el fútbol. No obstante, es difícil pensar que el personal docente, por bueno que sea, ganará algún día lo que el Estado costarricense le paga por mes al entrenador de la Selección de fútbol nacional. De igual modo, no creo probable que algún docente tendrá el reconocimiento público de los jugadores de los equipos de fútbol de Primera División. En general, la inversión que hacen los estados y el sector privado en ese deporte, en términos comparativos, no se acerca siquiera al máximo que se hace en educación. La pregunta que corresponde en este caso es: ¿por qué en las sociedades contemporáneas se invierte más en fútbol que en educación?

Si invirtiéramos, en términos comparativos, los mismos recursos estatales y privados en educación que los que se invierten en fútbol por cada jugador, es probable que todos los países del mundo, sin excepción, fueran más ricos y desarrollados en los niveles humano, cultural, científico y social. Sería posible que la violencia, la criminalidad y las enfermedades se redujeran realmente y no sólo durante los 90 minutos que duran los partidos… Habría más "Messis" en América Latina haciendo como “los mejores” ciencia, tecnología y creando soluciones viables y sostenibles para resolver los múltiples, viejos y reiterados problemas que aquejan la región…

Sin duda, habría menos pobres, menos niños, niñas y jóvenes perdidos en las drogas y el alcohol, y reclutados por el narcotráfico y el crimen organizado. Una ciudadanía más crítica, consciente y socialmente responsable nos permitiría combatir con más recursos la corrupción y recuperaríamos la esperanza en la Democracia, las leyes y los gobiernos. Seríamos más felices a lo largo de la semana y de nuestras vidas, y no tendríamos que esperar con ansiedad el próximo partido, la siguiente contienda internacional y la eliminatoria para participar en el próximo Mundial, rezando por la clasificación, para experimentar esa sensación de logro y la emoción del éxito y la tarea cumplida, aunque otros metan los goles…

Tal vez, la solución a la crisis en educación de nuestro país sea verla como “un buen negocio” social y personal, y fomentar la inversión pública y privada en la industria del conocimiento y el desarrollo de innovación científico-tecnológica. Ojalá contemos en el futuro con mejores jugadores de fútbol y que nuestra Selección Nacional alguna vez nos regale una Copa Mundial. Les aseguro que, si fuera el caso y pudiera, ese partido sí lo vería…

Ojalá tengamos una mejor educación y una ciudadanía con más y mejores oportunidades para pensarse a sí misma, tomar mejores decisiones y contribuir con su esfuerzo e integridad intelectual y moral con el desarrollo de su propia vida, el de las personas que ama y le rodean, y el de la sociedad costarricense como un todo. Eso también, si fuera el caso y pudiera, quisiera verlo…

domingo, 20 de junio de 2010

¿Inversión o gasto en educación pública? Entre debates rancios, palabras gastadas e ideas contradictorias

Me voy a tomar la libertad de empezar este comentario haciendo referencia a dos acontecimientos recientes y trágicos, que hoy afectan a la Humanidad como un todo y, probablemente, continúen haciéndolo por muchas décadas: la crisis financiera global de 2008 ‒la Burbuja inmobiliaria‒ y el actual derrame de petróleo en el Golfo de México, producto de las excavaciones en el lecho marino de British Petroleum. Ambos hechos se relacionan con tesis económico-políticas e ideológicas controversiales, cuyo impacto nocivo se hizo manifiesto en el siglo XX, pero eclosionó en toda su magnitud en las últimas dos décadas, empezando con la Guerra del Golfo, donde se vertió en el mar del Golfo Pérsico 1.770.000 toneladas de crudo (véase al respecto: http://es.wikipedia.org/wiki/Derrames_de_petr%C3%B3leo).

Desde inicios de la Era Industrial prevaleció la tesis de que la Naturaleza era una especie de bestia oscura e indomada, a la que había que domesticar… De igual modo, la idea de que el mejor regulador de la economía era el Mercado porque, por algún azar ajeno a nuestro entendimiento o “mano invisible”, controlaba fuerzas igualmente oscuras e indomables: la oferta y la demanda… y luego los precios se equilibraban y “la magia” hacía que los “buenos productores” siguieran en la contienda y se fortalecieran en las relaciones comerciales, mientras los ineficientes e ineficaces, tarde o temprano, saldrían derrotados para ceder su espacio a los “mejores” y ofrecer opciones óptimas de bienes y precios a los atribulados consumidores…

Estas tesis tuvieron éxito hasta que dos eventos semejantes a los actuales asolaron la fuerte economía industrializada estadounidense y, por ende, la mundial: el Dust Bowl (Ventisca Negra) y la crisis financiera de la década de 1930. La famosa novela de John Steinbeck, publicada en 1939: Las uvas de la ira, retrata en forma dramática y realista esos eventos… La indomable Naturaleza y las misteriosas fuerzas del Mercado le pasaban una onerosa factura a quienes confiaron ciegamente en dos potencias mágicas de la Modernidad: la Ciencia instrumental y la Economía de mercado.

Respecto de la catástrofe ambiental de la que fue producto la Ventisca Negra, que se extendió desde el Golfo de México hasta Canadá, hoy sabemos que fue provocada:

… por condiciones persistentes de sequía, favorecidas por años de prácticas de manejo del suelo que dejaron al mismo susceptible a la acción de las fuerzas del viento. El suelo, despojado de humedad, era levantado por el viento en grandes nubes de polvo y arena tan espesas que escondían el sol. Estos días recibían la denominación de "ventiscas negras" o "viento negro". El Dust Bowl multiplicó los efectos de la Gran Depresión en la región y provocó el mayor desplazamiento de población habido en un corto espacio de tiempo en la historia de Estados Unidos. Tres millones de habitantes dejaron sus granjas durante la década de 1930, y más de medio millón emigró a otros estados, especialmente hacia el oeste
(
http://es.wikipedia.org/wiki/Dust_Bowl#Tormentas_de_polvo._Factores_clim.C3.A1ticos)

En 1929, al igual que en nuestros días, la crisis del mercado de valores del 29 de octubre de ese año (conocido como Martes Negro), hizo colapsar la economía estadounidense y, rápidamente, su impacto se extendió a escala mundial. Las consecuencias de entonces no fueron diferentes a las de nuestro tiempo: incremento del desempleo y la pobreza, descenso del comercio mundial, caída de la producción y el consumo, inestabilidad política, migración masiva, entre otras. Estos acontecimientos trajeron consigo el empobrecimiento de la población en países ricos y pobres.

Las ideas para salir de la crisis económica fueron interesantes e, igualmente, extraordinarias. La propuesta del economista inglés John Maynard Keynes, del intervencionismo estatal para contrarrestar las contradicciones de la actuación económica privada y los ciclos del mercado, por medio de políticas fiscales y monetarias; y, la política del entonces presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, en 1932: The New Deal.

A pesar de que esas medidas se adoptaron y mostraron éxitos con relativa rapidez, ante la pobreza y la desesperanza que asolaba el mundo industrializado, la sombra del nazismo ya se cernía sobre Europa. Antes de finalizar esa década, en 1939, estalló la Segunda Guerra Mundial, de cuyos tristes sucesos estamos ampliamente enterados: la xenofobia, el Holocausto, la destrucción económico-política y social de Europa, la muerte de millones de seres humanos, y un lamentable cierre porque, como un golpe de gracia a la civilización occidental, todavía resuena el estallido de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki. En pocos minutos, en la primera ciudad japonesa hubo 120,000 muertos y 300,000 heridos; en la segunda, murieron 140,000 personas entre militares y población civil. Conforme el tiempo pasó, los efectos de la radiación se hicieron ver en deformaciones físicas y tumores de todo tipo en muchas personas sobrevivientes. Los japoneses sufrirán las secuelas de esa tragedia para siempre y, junto a esta nación, toda la Humanidad.

A pesar de que la historia parece repetirse hoy con la misma intensidad y crudeza de la década de 1930, las viejas y desgastadas tesis sobre la Naturaleza y la Economía persisten, pese a que sabemos con certeza que la primera no es una bestia indomable que hay que domesticar "a golpes", sino la base de la vida ‒incluida la nuestra‒ y que las fuerzas que rigen la Economía de mercado, como bien señaló Marx, dejadas a su lógica y dinámica propias son autodestructivas y, finalmente, nefastas para todos, porque ricos y pobres terminan empobreciéndose, envileciéndose, corrompiéndose y deshumanizándose…

La Segunda Guerra Mundial fue sembrada y abonada mucho tiempo antes de que estallara. Psicópatas como Hitler y las perversas e inhumanas tesis del Tercer Riech encontraron terreno fértil en una Alemania ignorante, empobrecida, saturada de políticos ineptos y corruptos. No olvidemos que Hitler fue nombrado Canciller en Alemania en 1933, y fue quien orquestó de manera magistral la primera dictadura de la Era Moderna que se instauraba por mecanismos “democráticos”. Lo que le ocurrió entonces a la Democracia alemana es revelador y nos da indicios de lo que sucede en la actualidad en muchos países “democráticos”… La década de 1930 es un período que debemos estudiar con especial cuidado, porque el riesgo es que la historia se repita…

Hecho este breve recorrido sobre eventos repetidos, que se olvidan y repiten casi de manera idéntica, como si fuéramos habitantes del país donde todos enfermaron de “ceguera” ‒como bien nos advirtió el irreemplazable Saramago que la muerte acaba de arrebatarnos‒, el discurso gastado del “gasto en educación” sacude los cimientos de nuestra institucionalidad e idiosincrasia, en palabras del propio Ministro de Educación…

Como ciudadana costarricense, creo que la salud, la educación y la seguridad social son inversión en desarrollo y no un gasto del gobierno en “majaderías”. Como educadora, sé lo que hacen la ignorancia y la pobreza en las personas. Como profesora universitaria, soy consciente que hay muchas cosas que mejorar en las instituciones de educación superior estatales, pero no es restringiendo su presupuesto que se va a producir el cambio.

Un gobierno “ciego” a las necesidades de educación, salud, acceso a trabajo digno y al bienestar social de la ciudadanía está condenado a fracasar. En América Latina hay un ejemplo dramático de esta verdad: México. En días pasados presentaron un mapa de ese país en los noticiarios, donde no queda un solo tramo de territorio que no esté tomado por el narcotráfico y el crimen organizado…

Un estudio que incluye conocimiento científico experto en oceanografía, climatología y ecología mostró que sólo hace falta que la temperatura promedio del planeta se eleve 2°C para que el cambio climático sea irreversible (http://youthink.worldbank.org/slideshow/?slideshow_id=83). Me pregunto cuánto tiempo le falta a nuestro país para alcanzar el punto de no retorno para convertirse en otro México…

Ojalá nuestros gobernantes, en particular el Sr. Ministro de Educación, Dr. Leonardo Garnier, reflexionen sobre su actuación ante el financiamiento de la educación superior pública. No se puede, ni se debe dar un paso adelante y dos atrás… Felicitaciones por asignar el 8% del PIB a preescolar, primaria y secundaria. Pero, es importante que reconsideren su posición respecto de las universidades estatales.

domingo, 2 de mayo de 2010

Riesgos y beneficios de la WWW: entre las buenas y las malas intenciones

En noviembre de 2007 tuve el privilegio de escuchar al Dr. Manuel Castells en las conferencias que impartió ese año, en ocasión del Doctorado Honoris Causa que le concedió la Universidad de Costa Rica, por sus extraordinarios aportes al conocimiento y comprensión de la Sociedad de la información y el Conocimiento (SIC), así como para la celebración del veinte aniversario de la Fundación Omar Dengo.

En aquel momento, al igual que hoy, la Internet fue tema y preocupación, tanto del Dr. Castells como para quienes participamos en las conferencias, debido a los riesgos de diversa índole que se amplían día a día, como contraparte de sus extraordinarios beneficios. Se discutió el problema de la “piratería” y la creciente ola de páginas Web malintencionadas y de oscuros propósitos, en especial para la población joven, que es la más sensible a las redes sociales y las páginas relacionadas con el entretenimiento, los vídeos y la música.

El Dr. Castells sostuvo una tesis interesante, que he podido comprobar desde entonces: la Red no es un fenómeno al margen de la naturaleza humana, sino que, por el contrario, la refleja en todas sus dimensiones… desde la más noble hasta la más perversa. De igual forma que encontramos esfuerzos como los de Tupera.com, que comentamos en la entrega pasada, están los virus que destruyen el sistema operativo, archivos importantes y que violan nuestra privacidad para obtener información personal y utilizarla con fines ilegítimos e, incluso, criminales. A ello, se suman cientos de páginas con propuestas sórdidas, xenófobas, misóginas, neonazis, terroristas, pornográficas, criminales y engañosas, que muchas veces atrapan a alguien y lo sumergen en sus nefastas consecuencias…

Si tenemos claro que la Internet es una producción humana, sociohistóricamente determinada, donde se expresan los logros de la civilización, así como el lado oscuro de nuestra especie, estaremos más claros sobre cómo emplear este recurso y los medios disponibles para reducir el riesgo en el que nos ponemos con sólo ingresar a la Red y pulsar “enter”. Por suerte, existen personas decentes, conscientes de la necesidad de preservar niveles mínimos de seguridad y transparencia en ella, y nos ofrecen múltiples herramientas para combatir los embates de personas malintencionadas que buscan aprovecharse de nuestro desconocimiento e ingenuidad… Existen antivirus gratuitos y software para prever la violación de nuestra privacidad cuando navegamos, tómense el tiempo para explorar las páginas oficiales de Microsoft y Apple, y revisen con cuidado las opciones para elevar el nivel de seguridad de sus equipos.

Maquiavelo propuso una máxima que debemos tener presente: “… piensa mal y acertarás”; es decir, ninguna previsión está de más… Cuiden sus equipos, no accedan páginas de baja o dudosa seguridad, tómense el tiempo para limpiar sus llaves maya antes de utilizarlas, actualicen sus antivirus diariamente, no utilicen software “extraño” y, finalmente, la acción más importante: hagan respaldos de sus sistemas y archivos, y ubiquen la información crítica en CD o DVD rotulados y fechados. No olviden que las llaves maya y los discos externos siempre están en riesgo…

En la actualidad hay software libre que permite superar las limitaciones del pasado, como el Works de Microsoft y el Linux. Muchas instituciones educativas están migrando a estas opciones por razones de costo y accesibilidad. Pero, lo más importante es nuestra actitud y rigor al navegar, debemos dejar de ser ingenuos y desconfiar primero, para actuar y pulsar “enter” sólo cuando tengamos la certeza de que estamos ante una página, un documento, una imagen, un vídeo, una canción y aplicaciones seguras…

Quienes trabajamos en educación y ponemos a nuestros estudiantes en contacto con Internet tenemos la obligación de advertirles de los riesgos y hacerles recomendaciones de seguridad básicas. Asimismo, nos obliga a ser doblemente perspicaces y a “predicar con el ejemplo”.

Si bien tenemos software libre, desarrollado por personas decentes y bienintencionadas como Karol y Byron, existen cientos, miles… sabe Dios cuántas, que en este momento están trabajando para hacernos daño a usted, a mí, a todos los que vamos por la Red con las mejores intenciones y propósitos, para hacer nuestras tareas y labores cotidianas. No debemos olvidar que Internet puede ser una calle oscura y solitaria, donde lo más probable es que alguien a quien no le importamos como seres humanos nos aceche escondido, esperando la ocasión para aprovecharse de nosotros, irrespetarnos, robarnos y hacernos daño. Muchos “monstruos” se visten con piel de cordero… De nosotros depende tomar el riesgo, porque conocemos las consecuencias.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Tupera.com: buenas nuevas para atender el problema del plagio

En anteriores comentarios nuestro tema de fondo fue el plagio en el sistema educativo costarricense. Comentamos, entre otras cosas, que una de las causas del plagio es el desconocimiento generalizado sobre las normas de citación de referencias bibliográficas. La buena noticia es que existe un grupo de jóvenes costarricenses que se dedicó a investigar y desarrollar una herramienta en línea para generar referencias bibliográficas, con base en las normas de la Asociación Americana de Psicología (APA).

TuPera.com fue desarrollada por dos estudiantes del Colegio Científico de Costa Rica en Pérez Zeledón, como un proyecto de aplicación de herramientas digitales para resolver los frecuentes problemas en la redacción de textos, trabajos, tareas y asignaciones diversas, propias de las actividades y la formación en secundaria y educación superior. El objetivo del proyecto fue: “Fomentar el uso correcto de las referencias bibliográficas y coadyuvar en la defensa de los derechos de autor, mediante el diseño de una herramienta informática” (http://www.tupera.com/quienessomos.php). Su visión y misión son:

Visión: Ser una herramienta útil y ayudar cada vez a más usuarios en la elaboración de sus trabajos académicos y/o laborales.

Misión: TuPera.com busca que las personas presenten adecuadamente las referencias bibliográficas de sus trabajos mejorando la calidad del escrito y de la misma manera evitar la violación a los Derechos Morales del Autor al no brindarse los créditos correspondientes. (http://www.tupera.com/quienessomos.php)


Tupera.com fue un proyecto ganador y preseleccionado en ExpoIngeniería, en la Feria de Ciencia y Tecnología Internacional de 2009 (http://twitter.com/tupera/status/6094851910) y ha sido galardonado en distintas instancias por su carácter creativo e innovador y su orientación a resolver un problema que limitan el desarrollo de la ciencia y la tecnología en Costa Rica y países en vías de desarrollo, entre ellas, Componentes Intel de Costa Rica S.A. Además, ganó la mención en Ciencias de la Computación de la XXIII Feria Nacional de Ciencia y Tecnología.

En el XI Congreso Nacional de Ciencias y Estudios Sociales que organizó CIENTEC, en agosto de 2009 (Liceo Samuel Sáenz, Heredia), tuve la oportunidad de conversar con Byron Pérez Cerdas –programador de Tupera.com– y con Karen Ramírez Acosta –Diseñadora– donde expusieron el proyecto. Coincidimos en el congreso, ya que aproveché esa oportunidad para dar una conferencia sobre el problema del plagio y su impacto en la educación nacional. En aquel momento divulgaban el proyecto y participaban en diferentes foros con su propuesta.

Aprovecho esta oportunidad para reiterar mis felicitaciones a Byron y Karen, y para motivar a docentes y estudiantes a utilizar la página Web de Tupera.com, disponible en: http://www.tupera.com/index.php, donde pueden conocer más sobre el proyecto y disfrutar de los beneficios de este esfuerzo tan valioso e innovador, ya que es de uso libre. Quienes reciben una invitación para ser usuarios registrados cuentan con servicios adicionales. De hecho, si alguien quiere enviarme una invitación, se lo voy a agradecer. Mi correo electrónico es flora.salas@ucr.ac.cr, así que quedo a la espera de la invitación.

viernes, 12 de febrero de 2010

El inicio del ciclo lectivo y la evidencia de viejos problemas sin solución en la educación pública costarricense

El ciclo lectivo dio inicio con la reiterada presencia de viejos problemas que persisten en el sistema educativo público costarricense, pese a los esfuerzos e intentos de solución de administraciones pasadas y de la actual: la infraestructura escolar y el nombramiento de docentes y personal directivo. No obstante, el MEP fue uno de los ministerios que sub-ejecutó el presupuesto para infraestructura en años anteriores y las universidades públicas y privadas gradúan docentes y personal de Administración de la Educación todos los años. Me sorprendió escuchar al Sr. Ministro de Educación, Dr. Leonardo Garnier, en una entrevista que le hizo una periodista de Teletica Canal 7, justificar el problema del nombramiento de personal docente y directivo, como un asunto “normal” y, en consecuencia, inevitable, frente al cual la ciudadanía debe tener comprensión y paciencia...
Ante esta realidad, resulta evidente que estos problemas son endémicos en la institución y obedecen sólo a una razón: mala administración. Peter Drucker, uno de los teóricos de la Administración más importantes en la actualidad, señaló que “no hay países pobres, sino países mal administrados”…, destacando que la incompetencia administrativa y la inadecuada toma de decisiones pueden tener costos muy altos en los niveles económico y social. Más allá de las limitaciones objetivas para el financiamiento del sistema educativo nacional está otra realidad que nos impide superar la crisis de calidad, equidad y pertinencia de la educación: la mala administración, que se refleja en los niveles estructural, funcional y cultural.
Al margen del impacto en la enseñanza y el aprendizaje de estos problemas al inicio del curso lectivo, es común entrar en las instituciones educativas públicas del país en cualquier momento del año y encontrar un panorama sombrío en términos de infraestructura, mobiliario, equipo y limpieza. Lo mismo ocurre cuando se visitan las oficinas e instalaciones del MEP en todo el territorio nacional. Ello muestra una cultura organizacional, donde estos elementos son poco relevantes. Parece que el mal estado de edificios, mobiliario, aulas, pupitres, equipos, bibliotecas, material didáctico, servicios sanitarios, áreas deportivas y de recreo es “normal” e “inevitable”, sin tomar en cuenta las condiciones laborales y salariales del profesorado. Como formadora de profesionales en el campo de la Administración de la Educación, creo que debemos plantearnos muy seriamente qué estamos haciendo al respecto, en las universidades públicas y privadas del país.
Es preocupante que hasta ahora no se haya creado un sistema de selección, reclutamiento y contratación de personal docente y directivo, que le garantice al país un eficiente y eficaz manejo del recurso humano en el MEP, no sólo al inicio del ciclo lectivo, sino durante todo el año. Con las facilidades que hay en la actualidad de equipo de cómputo y software es inaudito que muchas veces se justifiquen problemas de nombramientos o de pago de salarios debido a “fallas en el sistema”. Sólo en nuestro país la integración de las nuevas tecnologías y de sofisticados sistemas de información y software provocan más atrasos y problemas que los sistemas manuales… En fin, ustedes me dirán si el problema es de recursos económicos y tecnológicos, o realmente obedece a una mala toma de decisiones y a la falta de pericia e idoneidad de quienes administran esos departamentos o dependencias del MEP, y de quienes llevan a cabo estas tareas.
Parece “llover sobre mojado” lo que voy a decir a continuación, pero es inevitable repetirlo: mientras no se revise la estructura y funciones del MEP, ni se vele por la idoneidad profesional de las personas que tienen a su cargo puestos directivos y técnicos, difícilmente saldremos de los viejos y bien conocidos problemas que nos aquejan. Sólo un profundo cambio en las bases de la organización como un todo permitirá revertir los vicios administrativos y culturales arraigados en la institución, que han permeado a nuestra sociedad. Las escuelas y los colegios públicos no tienen por qué ser feos, incómodos, inseguros y poco limpios. Tal vez crean que es una necedad de mi parte, pero no se puede aprender en forma adecuada en condiciones medioambientales y culturales incompatibles con los procesos de enseñanza y aprendizaje de calidad e innovadores.
Les invito a que cierren los ojos y visualicen sólo por un minuto cómo son las instituciones educativas donde trabajan, asisten sus hijos e hijas y la última vez que fueron a una oficina del MEP o visitaron un baño en una institución pública, para que saquen sus propias conclusiones. Si un Director o Directora no puede cambiar un apagador o un bombillo, ni mantener el aseo y condiciones mínimas de mantenimiento y limpieza de los servicios sanitarios de la institución, ¿cómo podemos pedirle que innove, gestione la integración de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los procesos de enseñanza y aprendizaje o mejore las condiciones para que trabajen cómodos docentes y estudiantes? No podemos pedirle peras al olmo…
Quisiera terminar este comentario diciendo que los problemas mencionados aquejan sólo al sistema educativo público del país, pero, lamentablemente, esa es una realidad que permea a todas las dependencias públicas, con raras excepciones. Tras la antiestética, poco limpia y destartalada fachada de las instituciones educativas y de la pésima atención que recibimos la mayoría de las veces en las oficinas públicas está un viejo y anquilosado problema que no le permite al país salir del subdesarrollo: la obsolescencia del sistema administrativo público en general y la respectiva incapacidad en unos casos e imposibilidad en otros –porque muchas veces las personas quieren, pero el sistema se los impide– de tomar las decisiones que corresponde, cuando es preciso, y de velar porque se lleven a cabo de manera adecuada.

sábado, 30 de enero de 2010

La falta de investigación y la carencia de mecanismos de supervisión y control en la atención del plagio en la educación nacional

Espero que hayan pasado un fin de año en unión de los suyos y que el 2010 nos ofrezca mejores oportunidades como personas y costarricenses. Este nuevo año es muy importante, porque el próximo 7 de febrero elegiremos a quienes gobernarán el país en el período 2010-2014. El ejercicio del voto es un derecho que se convierte en deber cuando se alcanza el Estado de Derecho en Democracia. Ojalá en esta oportunidad el amplio abstencionismo que ha caracterizado los procesos electorales de los últimos veinticinco años se revierta, mostrando nuestra madurez política ante el descalabro de la Democracia nacional, producto de la incompetencia y la corrupción sostenida de nuestros políticos en las últimas décadas. Frente a la desilusión y la desesperanza que nos embargan como ciudadanos y ciudadanas, debemos sobreponernos con responsabilidad y civismo: salgamos a votar por la opción que más nos convenza en relación con el futuro del país, que es el nuestro.

En esta última entrega sobre el tema del plagio, retomo los acontecimientos relacionados con este fenómeno que se dieron en la contienda electoral que nos embarga. Lamentablemente, fuimos testigos de cómo el plagio estuvo presente en estos procesos, para desgastar aún más la credibilidad de la ciudadanía y poner en entredicho la capacidad y la honestidad de quienes están tras las propuestas de gobierno y las campañas publicitarias. Ojalá estos acontecimientos sirvan para llamar nuestra atención sobre la magnitud de este problema, que se ha entronizado en nuestra sociedad, rebasando los límites de las instituciones educativas. En este caso, ante la falta de tesis nuevas y refrescantes, la copia de ideas se ha convertido en una alternativa, si bien no legítima… para salir del paso, entre la demagogia y palabras gastadas… No obstante, gracias a Internet, paradójicamente, el plagio también es mucho más fácil de detectar ahora. Realmente, es un ingenuidad pensar que actos de este tipo se van a mantener en secreto e impunes.

La falta de investigación y la carencia de mecanismos de supervisión y control, son dos razones por las que el plagio se ha generalizado en el país, y en educación en particular. Si no entendemos por qué la educación perdió tanto significado para tantas personas al mismo tiempo, no seremos capaces de revertir de manera definitiva este problema. Asimismo, sin la debida supervisión y control, se deja abierta la posibilidad de transgredir las normas fundamentales de la integridad intelectual y científica.

Ahora bien, tanto la investigación como la supervisión y el control exigen personas capacitadas para ello, que cuenten con las condiciones necesarias para llevar a cabo una tarea efectiva y de calidad al respecto. El profesorado no puede investigar ni revisar con la debida profundidad los trabajos de sus estudiantes; tampoco el personal directivo tiene el tiempo suficiente para investigar y supervisar el trabajo docente de manera adecuada. Los padres, madres y encargados de niños, niñas y jóvenes están sumidos en las tareas cotidianas y tratando de sobrellevar la carga económica y la manutención de sus familias, dejando poco o ningún espacio para colaborar en el desarrollo académico de sus hijos e hijas. Los niños, niñas y jóvenes –incluso los no tan jóvenes– están más interesados en los juegos de vídeo, la última pieza de reguetón y las redes sociales, que en leer y estudiar…

Como es evidente, en ese contexto el plagio continuará dándose y conforme se incrementan las tareas de docentes y estudiantes, debido a una visión obsoleta del currículum basado en contenidos, recargado de temas extracurriculares y de obligaciones institucionales, familiares y sociales. Sólo un enfoque integral del fenómeno del plagio, como síntoma del desgaste del modelo y del sistema de educación pública, nos permitirá encontrar una solución real para este y otros problemas que hoy evidencian que tocamos fondo… La buena noticia es que no tenemos más opción que rectificar con responsabilidad, pensamiento crítico y conocimiento científico la incapacidad e insolvencia de las viejas estructuras, funciones e ideas en educación para responder a las demandas educativas del presente.

Al igual que cuando estemos frente a las urnas, ojalá que actuemos con responsabilidad, sabiduría y ludicez ante los desafíos del presente, como ciudadanas, ciudadanos y profesionales de la educación. Hoy necesitamos en Costa Rica mucho más que suerte, políticos menos malos y promesas.