1. Introducción
En noviembre de 2007, nuestro país fue sede de dos eventos académicos de gran importancia que marcaron un “antes y un después” en la educación costarricense. El primero fue el III Congreso Internacional de Administración de la Educación, organizado por la Escuela de Administración Educativa de la Universidad de Costa Rica y por la Universidad Estatal a Distancia, que se llevó a cabo los días 12, 13 y 14 de noviembre y contó con la participación de expertos(as) nacionales y extranjeros(as) en el campo de la gestión de la educación. El segundo fue la visita del Dr. Manuel Castells para la celebración del 20 aniversario de la Fundación Omar Dengo el 15 de noviembre y al día siguiente, el 16 de noviembre, asistió a la entrega del Doctorado Honoris Causa que le otorgó la Universidad de Costa Rica por su trayectoria como investigador y su extraordinaria y extensa producción teórica y analítica sobre la Sociedad del Conocimiento y la Información.
En esta oportunidad voy a destacar la intervención de la Sra. Inger Hirvelä López en el III Congreso Internacional de Administración de la Educación, quien participó activamente como miembro del Parlamento en el proceso de transformación educativa y económica de Finlandia. País reconocido a nivel mundial por el grado de desarrollo educativo, económico y social que ha alcanzado en los últimos quince años. También, haré referencia a las conferencias que dictó el Dr. Castells en la Fundación Omar Dengo y en la Universidad de Costa Rica, tituladas respectivamente: El papel de la creatividad y la innovación en la Era del Conocimiento[1] e Internet y Sociedad[2]. Si les interesa ampliar sobre este tema, les recomiendo que revisen las entrevistas a la Sra. Hirvelä y al Dr. Castells que se publicaron en el Semanario Universidad No. 1739 del 22 al 28 de noviembre de 2007.
Debido a que tuve la oportunidad y el privilegio de participar en ambos eventos y de conocer, escuchar y conversar con la Sra. Hirvelä y el Dr. Castells, me pareció importante referirme a su pensamiento en este espacio, por la relevancia general para el país de su visita y por la vinculación de los temas que trataron con la creatividad y la innovación, especialmente en el ámbito educativo. Conocer a dos personas de ese relieve y factura intelectual y moral marcó también mi vida. Creo, al igual que muchas personas que también tuvieron la oportunidad de escucharlos y compartir con ellos, que sus aportes y conocimientos excedieron las expectativas, y que su humildad, accesibilidad y generosidad son ejemplares.
2. El “milagro” educativo de Finlandia
Finlandia apostó por la educación en la década de 1990, porque su sociedad y sus gobernantes se pusieron como meta convertirse en un país productor de alta tecnología. Desde el comienzo de la transformación del modelo educativo finlandés estuvo claro que apostar por la educación implicaba una fuerte y sostenida inversión, debido a que la calidad en cualquier sector o servicio de interés público requiere de recursos; pero, sobre todo, de un proyecto político claro e integral orientado hacia la calidad y el mejoramiento continuo en beneficio de todos.
Entre de las prioridades del sistema educativo de Finlandia para hacer la transición de una economía de la Era Industrial a una acorde con los requerimientos de la Era Postindustrial estuvieron la formación inicial y continua del profesorado y la dignificación salarial y social de la profesión docente. La infraestructura, la implementación de metodologías de enseñanza y aprendizaje constructivistas y una gestión descentraliza pero orientada por un marco de referencia nacional, también han sido factores claves para el logro del “milagro” educativo de ese país.
Finlandia invierte el 6% de su presupuesto nacional en la educación pública, que sumado a un riguroso sistema de selección de los estudiantes de educación, a una formación universitaria del profesorado de alto nivel, a la educación continua y a una excelente infraestructura y gestión, han dado como fruto los mejores indicadores educativos mundiales, así como una rápida conversión de la economía hacia la generación de conocimiento científico, la innovación y el desarrollo de tecnología de punta, especialmente en el sector de las telecomunicaciones y la telefonía móvil. Finlandia entendió que sin muy buenos maestros y profesores de preescolar, primaria, secundaria y universitarios, no era posible desarrollar científicos ni investigadores competentes.
Hace ya 14 años que el estudiantado de Finlandia obtiene los mejores puntajes en las pruebas PISA (Program for International Assessment Student), que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Sólo 2 de cada 100 alumnos repiten el año lectivo y únicamente el 5% de ellos abandonan sus estudios. Los finlandeses están entre los primeros lugares en lectura y ciencias y en matemáticas y resolución de problemas sólo los superan Hong Kong y Corea del Sur.
Finlandia es la evidencia de que un proyecto-país, donde la ciudadanía se compromete a pagar impuestos para financiar una educación pública de alto nivel logra resultados extraordinarios en el corto plazo. En la actualidad, Finlandia es una nación cuyo modelo educativo y estilo de desarrollo social y económico se estudian en otros países de todos los continentes. Si bien, como reitera la Sra. Hirvelä, Finlandia no es “el modelo educativo” ni una “receta mágica” para el desarrollo, tiene elementos que pueden ser útiles para esclarecer y orientar la toma de decisiones al respecto, especialmente en países que no logran “despegar” como los latinoamericanos en general y Costa Rica en particular.
Los países que asumen el desarrollo económico y social como un compromiso de “todos”, parecen tener más éxito que aquellos que dejan al mercado esa tarea, principalmente en el campo de la educación y la salud. Por razones obvias, esas áreas de la vida social no pueden dejarse en función del lucro ni en manos de los intereses particulares, máxime si se considera que son los pilares sobre los que se fundan la democracia y la paz social. Los costarricenses estamos hoy en una coyuntura que nos pone frente a decisiones cruciales: invertimos en escuelas, clínicas y hospitales o en cárceles y policías. Apostamos por la educación y la salud o por las armas para contener la inevitable violencia social producto de la inequidad, que ya nos golpea sin tregua. Creamos y sostenemos las bases para una economía perversa o apostamos por el desarrollo de la ciencia y la tecnología, aprovechando las mentes y la creatividad de nuestra ciudadanía.
Para Hirvelä el estímulo de la creatividad está asociado a una educación integral, que permita el desarrollo del pensamiento lógico-matemático, tanto como de áreas artísticas y estéticas, que se base en la comprensión de la información y de los procesos históricos para favorecer el desarrollo de una mentalidad autónoma y crítica, y la responsabilidad personal y social. La función y la razón de ser del sistema escolarizado público en nuestro tiempo es crear las condiciones para que todas las personas se desarrollen de manera exitosa en los niveles intelectual, psicológico y social. Por ello, la equidad es un principio básico en la educación: todas las personas, sin importar su condición económica, social, familiar o personal, deben acceder a una educación que permita su desarrollo y brinde oportunidades auténticas para sacar el mayor provecho del conocimiento, la información y la cultura.
Entre más educadas son las personas -salvo extrañas excepciones de orden patológico-, más posibilidades tienen de desarrollarse social, psicológica y económicamente. Entre más desarrollada y feliz es una persona mayores son las posibilidades reales de que sea creativa y productiva. Parece obvio, sin embargo es importante recordar que las sociedades eligen qué tipo de seres humanos promueven y es poco probable que la creatividad y la innovación se den en entornos de pobreza, incertidumbre, ignorancia, miedo, enfermedad, soledad y violencia. No educar a la población es un despilfarro social, porque hoy sabemos que el recurso más importante de un país son las personas. Poco hacemos con las riquezas y recursos naturales sin gente que sepa aprovecharlos de manera racional, responsable y sostenible.
3. La creatividad y la innovación en la Era de Internet
Para Castells la creatividad y la innovación siempre han sido fuentes esenciales para la construcción del sentido de la humanidad, así como para la producción del conocimiento y la generación de la riqueza. A su parecer, esta tendencia se acentúa en la Era de la Información, donde la economía se basa en el desarrollo del conocimiento científico y donde la producción, distribución y el uso del conocimiento simbólico son la base de los procesos productivos y sociales. Asimismo, cada vez más la cultura se organiza en redes, que requieren del uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para articular complejos y diversos sistemas de relaciones socioeconómicas locales e internacionales.
En nuestro tiempo, la creatividad como fuente de innovación ha abierto expectativas y posibilidades auténticas y falsas, porque se ha convertido en una especie de “ingrediente esencial”, que algunos “venden” a la usanza de magos y “encantadores de serpientes”. En este escenario hay confusión, por lo que se hace indispensable definir con precisión qué es la creatividad e identificar factores que la favorecen o limitan. Castells da algunas definiciones y características de la creatividad, como se desglosa a continuación:
Definiciones
1. La creatividad es la capacidad de crear y producir nuevos significados culturales, de sentido, científicos o funcionales.
2. Lo “nuevo” no se define a partir del creador, sino en términos de la relación entre lo creado y la creación de nuevos sentidos y prácticas humanas.
3. La creatividad produce valor tanto de cambio como de uso.
4. Creatividad e innovación son procesos mentales, que implican la activación del trabajo del cerebro enraizado en las redes neuronales, que se articulan con otros cerebros y con el entorno:
Características
1. La creatividad y la innovación se producen en un contexto cultural y al interior de redes de procesamiento simbólico contextuales, que organizan la interacción social y el contexto institucional.
2. Todo proceso mental se hace social al cruzar la frontera biológica de los individuos: la comunicación. El proceso de comunicación es el proceso central de la especie humana y ella depende de las tecnologías de la comunicación. La emergencia de medios de comunicación nuevos aportan formas de construcción y vehiculizan la creatividad y la innovación.
3. La creatividad es un acto gratuito y de autosatisfacción del creador. Se debe articular al deseo del creador.
4. Se pueden tener recompensas para la creatividad, pero no se le puede imponer. La innovación trabaja sobre la creatividad y la instrumentaliza hacia un resultado esperado.
5. La creatividad es altamente delicada, porque sin creatividad la innovación es recombinación de lo existente y tiene escasa capacidad de diferenciación entre producto y proceso y no agrega valor. Sin innovación la creatividad se agota en sí misma y es un despilfarro. Las políticas de innovación más eficaces son las que combinan la libertad de crear con los recursos y la capacidad de orientar hacia la creación la creatividad.
6. La creatividad y la innovación dependen de las condiciones de su entorno.
7. Los genios individuales no existen, se construyen en relación y referencia a su entorno.
8. La innovación está sujeta a iniciativas encaminadas a añadir valor.
9. La innovación es un proceso de trabajo.
(Fuente: http://www.fodweb.net/contenidos/audio/castells.htm)
Para Castells existe una estrecha relación entre contextos de innovación y procesos de innovación. A partir de esa idea desarrolló el concepto de “medios de innovación”, entendidos como aquellas “… redes espacialmente situadas generadoras de economías de sinergia. Lo que resulta de esa combinación es más de lo que se invierte o se añade en el momento de innovación y son la organización material y cultural de un conjunto de relaciones cuya interacción induce sinergia entre los componentes, llevando a la reproducción de la innovación. La innovación no es un acto individual, sino un proceso que resulta de un medio de innovación, que es articulado y organizado y que suele estar territorialmente concentrado”
(http://www.fodweb.net/contenidos/audio/castells.htm).
El concepto de “medios de innovación” es especialmente relevante para las instituciones educativas, sin importar su nivel. Según la definición de Castells, los centros educativos deben convertirse en “medios de innovación”, donde la creatividad se estimule y promueva de todas las formas posibles. La suma de esfuerzos orientados a ese propósito elevará la capacidad de innovación en los niveles particular y general. Las instituciones educativas son estratégicas en nuestro tiempo, por lo que crear las condiciones para que se conviertan en "medios de innovación" y para que construyan redes para generar sinergias en el campo científico y tecnológico es crucial en el proceso de transición de la Era Industrial a la Era Postindustrial. Para Castells hay condiciones para que las instituciones educativas se transformen en “medios de innovación” y en comunidades-red de intercambio de información y conocimiento:
1. Que los educadores sean capaces de funcionar en un contexto mediado por las TIC en general y la Internet en particular.
2. Que haya Internet, pero no en el aula o en laboratorios separados de las actividades cotidianas de estudiantes y docentes.
3. Que el currículo se adapte a la nueva tecnología.
(http://www.ucr.ac.cr/imprimir_documentos.php)
La libertad necesaria para desarrollar el pensamiento, la creatividad y la innovación no es viable en un entorno esencialmente represivo y sobreadministrado. La innovación no es posible en contextos educativos directivos, autoritarios y mediocres, que se “ocultan” tras una maraña de trámites legales y burocracia.
A criterio de Castells “la suerte está echada…”: hoy sabemos qué es lo que hay que hacer, lo que todavía no tenemos muy claro es el “cómo”. Al igual que nuestros antepasados modernos, redactar la carta de los Derechos Humanos fue un gran logro, pero el verdadero reto es que se cumplan y hacerlos realidad… Al respecto, todavía tenemos muchas tareas pendientes y en educación apenas empezamos a escribir y a esbozar cómo deberían ser la enseñanza y el aprendizaje que nos urgen.
¿Tienen ustedes algunas ideas sobre "cómo" convertir a nuestras instituciones educativas en medios de innovación?
[1]Disponible en audio y vídeo en: http://www.fodweb.net/contenidos/audio/castells.htm